Cuando separamos a dos personas que están peleando, estamos deteniendo la violencia directa. Esto se llama pacificación, y es importante para evitar la escalada del conflicto. Sin embargo, la pacificación es una medida temporal, que no soluciona los conflictos.
La violencia puede manifestarse de formas diferentes:
• Violencia directa: agresiones físicas, verbales o psicológicas, es la más visible.
• Violencia estructural: discriminación, exclusión social y otras dinámicas que impiden a las personas alcanzar una vida digna.
• Violencia cultural/simbólica: ideas y creencias que justifican otras violencias. Implica asumir que algunas personas merecen menos dignidad que el resto.
Para alcanzar la paz, no basta con pacificar y detener la violencia directa. Debemos entender la naturaleza del conflicto, identificar qué formas de violencia están ocurriendo y afrontar, buscando soluciones que garanticen la dignidad de todas las partes implicadas.