Para gestionar los conflictos de forma positiva y pacífica se necesita construir un diálogo fructífero, que reconozca lo que dice el otro y construya el marco para negociar y establecer acuerdos de buena voluntad.
¿Alguna vez has escuchado a alguien decir “así soy, y si a los demás no les gusta o no me entienden, es su problema”?
Decir lo que se piensa sin ningún tipo de filtro no significa tener una buena comunicación. El verdadero diálogo requiere una comunicación asertiva.
La comunicación más que las palabras que decimos, como la forma en la que lo decimos, el tono que utilizamos o los gestos que hacemos durante la conversación. Esto se interpreta por los demás y puede ayudarnos o perjudicarnos para transmitir lo que realmente queremos comunicar.