Cada persona puede contribuir a construir un entorno de paz para todos, desde nuestra vida cotidiana y espacios de convivencia.
En casa y con la familia
Enseña desde el ejemplo y construye relaciones de confianza, apoyo mutuo y respeto.
Da un ejemplo de tolerancia normalizando las diferencias entre personas y evitando reforzar estereotipos.
Distribuye y asume las responsabilidades de manera justa y equitativa. Todos deben participar en función de sus posibilidades y edad. Evita hacer distinciones por género e implica a los más pequeños en la responsabilidad doméstica.
Afronta los conflictos desde la escucha y el diálogo, evitando actitudes autoritarias y el uso de cualquier tipo de violencia.
Reduce el consumo de recursos y energía y ayuda al planeta secando la ropa al aire, usando bolsas de tela o donando ropa y juguetes que no utilizamos.