Afrontando los conflictos

Afrontando los conflictos

A menudo confundimos conflictos con violencia, asumiendo que son malos y dificultan la paz. El conflicto forma parte natural de la convivencia entre personas y grupos, pues todas las sociedades son diversas por naturaleza y en ellas se manifiestan diferentes intereses y formas de pensar. Evitar o ignorar los conflictos no ayuda a resolverlos.

Los conflictos se pueden abordar desde la violencia o desde el diálogo. La violencia nunca proporciona una solución real, en la medida en que supone vulnerar la dignidad de alguna de las partes implicadas, provocando más injusticia y alejando la paz; solo mediante el diálogo y la negociación se pueden alcanzar soluciones que respeten nuestra integridad y que deriven en una convivencia pacífica. 

La negociación debe concluir en un acuerdo justo, es decir, encontrar un equilibrio entre los distintos intereses y necesidades. Es importante que el acuerdo sea respetuoso con la dignidad de ambas partes, en caso contrario estaría perpetuando la violencia, alejando una resolución satisfactoria.