A menudo resulta difícil tener la actitud tolerante y empática que nos ayuda a fomentar la paz en nuestro entorno. La intolerancia puede entorpecer la resolución positiva de los conflictos, obstaculizando la construcción de paz.
Todas las personas tenemos una visión subjetiva de nuestro entorno, a partir de nuestra historia de vida y circunstancias personales. Esta interpretación sesgada de la realidad afecta a nuestro comportamiento y a las relaciones con las demás personas.
Estereotipos y prejuicios
Son imágenes simplificadas y generalizadas que construimos sobre los demás. A menudo nos llevan a generar emociones y actitudes negativas hacia esas personas. Este es el germen de la intolerancia, una actitud de desprecio a quienes consideramos diferentes a nosotros.
Discriminación
Es un trato desfavorable e injusto a otras personas por prejuicios relacionados con su identidad, como el origen étnico o el género. La discriminación se materializa en actos que atacan la dignidad y vulneran los derechos de las personas.